La nueva película de la saga se aleja de los elementos más emblemáticos de la franquicia para contarnos una historia de la Tierra Media más a lo "juego de tronos". Llega este jueves 5 de diciembre de 2024 a los cines de toda España.
No sé si es lo que los fans de El señor de los anillos le habrían pedido al regreso de la saga de fantasía de Tolkien a las salas de cine, pero todos los implicados en El Señor de los Anillos: La guerra de los Rohirrim, la primera y única película anime de la franquicia, tenían claro que tenía que ser algo diferente.
Ambientada 183 años antes de los acontecimientos narrados en la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos de Peter Jackson, en La Guerra de los Rohirrim no esperes ver historias de hobbits, elfos o enanos girando en torno a los anillos de poder o a la amenaza del Señor Oscuro Sauron. La nueva película de la saga se aleja de los elementos más emblemáticos de la franquicia para contarnos una historia que fue clave para uno de los emplazamientos más icónicos de la Tierra Media, el abismo de Helm -aquí conocida como la fortaleza de Honburg-, y que deja la fantasía en un segundo plano para centrarse en una lucha de poder entre hombres: el legendario Rey de Rohan, Helm “Mano de Hierro” y Wulf, un Dunlending con ganas de sangre que hace que se desestabilice el futuro del reino.
Aún rodeada de algunos elementos que sin duda nos serán familiares, La guerra de los Rohirrim apuesta por la decisión arriesgada de no cimentarse sobre ninguna de las insignias. Pero tampoco lo necesita.
El gran punto distintivo del largometrajes es que se trata de una película anime, el primero dentro de la franquicia. Para ello, el equipo a acudido a las maestras manos de Kenji Kamiyama (Blade Runner: Black Lotus y Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, su director, quien ha comandado a todo un equipo de artistas de distintas casas de animación para lograr un impresionante diseño visual cimentado sobre la animación artesanal y tradicional japonesa. Ilustraciones en 2D que cobran vida en un fondo en el que sí hay cabida para los efectos y que conviven maravillosamente brindando a los espectadores algo único.
Pero Kamiyama no ha estado solo: ha contado con el apoyo como productora y consultora de Philippa Boyens, miembro inconfundible del equipo de guionistas de las trilogías de El Señor de los Anillos y El Hobbit, mientras que sus compañeros en la tarea Fran Walsh y Peter Jackson son productores ejecutivos. Entre el talento artístico, además, cabe destacar la prominencia del veterano actor británico Brian Cox (Succession) como el imponente Rey Helm en la versión original del proyecto. Además, quizá solo los más fans puedan darse cuenta, pero La guerra de los Rohirrim ha contado de nuevo con Stephen Gallagher, el compositor de la música de la trilogía de El Hobbit.
No obstante, si ahora te estás preguntando si la franquicia de El Señor de los Anillos ha apostado por un "juego de tronos en la Tierra Media" y ha prescindido por completo de la nostalgia, podemos prometerte que no, pero decir más sería revelar demasiado. Pero sí: hay vida más allá de Sauron y el Anillo Único.