La cinta de Louis Leterrier queda en un 'cliffhanger' para que los seguidores tengan la despedida que se merece.

Allá por 2019 Vengadores: Endgame cerró la saga Infinity con mucho homenaje a sí misma: una ristra de invitados sorpresa -o no tanto-, guiños a la franquicia y 'fan-service'. Marvel nos había enseñado mucho en esos 10 años, especialmente a ver el cine como una red de películas como no se había visto hasta el momento, y para su final siguió a pies juntillas todas las reglas que ellos mismos habían implantado.

Veo el final de Fast & Furious un poco así. Después de once entregas y más de dos décadas, la franquicia se conoce muy bien a sí misma y es fiel 100% a lo que le ha convertido en un éxito de masas: la acción pura y dura, las explosiones exageradas y ese punto de locura en el que, si no entras, estás perdido. Fast & Furious 10 es la primera parte de un final anunciado, por lo que el equipo ya está tirando de nostalgia y guiño interno -no suelto ningún 'spoiler', pero prepárate para toda una ristra de invitados estrella-. Un adiós que encantará a los fans, pero puede alejar a los recién llegados.
En esta primera parte del desenlace, Toretto recibe la amenaza de Dante Reyes (Jason Momoa), el hijo de un mafioso que murió a manos del grupo de amantes de los coches. Ha jurado destruir lo que más quiere, por lo que todos están en grave peligro. Dom contará con los fieles -Letty Ortiz (Michelle Rodriguez), Tej (Ludacris), Ramsey (Nathalie Emmanuel) o Jakob (John Cena)-, pero también con invitados sorpresa.

El director Louis Leterrier -quien tomó el mando tras la salida de Justin Lin por diferencias creativas- ha decidido mantener los mismos ingredientes y, aunque en algunos momentos es una parodia de sí misma -parodia en el sentido en que lleva al máximo la esencia que la caracteriza-, al final la conclusión es que da al público lo que el público quiere.

Fast & Furious X es el espectáculo definitivo de acción si lo que buscas son 2 horas y media de explosiones y persecuciones. La undécima entrega coge todo lo que siempre ha sido la saga de Vin Diesel y lo multiplica exponencialmente. Si lo que ha triunfado han sido las acrobacias imposibles, aquí desafían a la Física escena tras escena; si los espectadores han disfrutado de las explosiones, aquí aparecen en cada esquina; si la familia ha sido lo más importante, aquí te vas a hartar de escuchar hablar sobre el tema.

Mención especial a Jason Momoa como Dante Reyes, el villano que quiere acabar con Toretto y que supone uno de los grandes puntos a favor de la cinta. El carisma de Momoa permanece intacto en su incorporación a la familia de Vin Diesel y convierte al malo malísimo de esta entrega en un personaje del que no querrás despegarte. Momoa es un psicópata -descrito así en la película con sus informes médicos y todo- que estará encantado de torturarte, pero siempre con una sonrisa en la cara.

Este neurótico personaje que aporta una trama excepcionalmente violenta en esta saga -genial la escena en la que conversa con dos cadáveres al estilo de La casa de Jack-, también intenta acabar con la mayor crítica a la franquicia: la masculinidad tóxica. Dante Reyes es un villano que se pinta las uñas, lleva moños y viste ropa holgada de seda. En ocasiones, parece un intento forzado por responder a las necesidades sociales del momento, pero, artificial o no, es un alivio entre tanta testosterona.

Fast & Furious X es, por tanto, más de lo mismo, pero llevado al extremo. Pero, ¿alguien esperaba otra cosa llegados a este punto? Quizás al revisar la saga desde el principio se nota un cambio radical entre esa inocente primera entrega del 2001 y la locura de la última, pero no deja de ser un reflejo de lo que es el cine de 'blockbuster' actual: puro espectáculo, giros constantes y el ojo puesto en lo visual antes que la narrativa.

A lo largo de la cinta está presente en todo momento esa sensación de 'nos importa todo un pimiento', algo con lo que los fans que llevan aquí 20 años se lo pasarán en grande. Poco importa la destrucción masiva de las acciones de la familia o el poco sentido que puedan tener ciertos giros de la trama, ahora Toretto es una especie de superhéroe que puede aguantar todos los golpes y aparece siempre en el momento idóneo por arte de magia. Nada mal si ya estás convencido de la propuesta de la saga, pero es realmente extenuante para el resto de mortales.