Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett dirigen la nueva entrega de la saga 'slasher', la cual mejora cada año. Ya en cines.

Cuando Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett se hicieron con las riendas de la franquicia Scream en 2020 querían hacer algo muy complicado: homenajear la esencia de Ghostface al mismo tiempo que presentaban algo nuevo para la audiencia. Lo consiguieron con Scream (2022) y lo han consolidado con Scream VI, la cinta que llega a los cines este viernes 10 de marzo.

No se puede lanzar la sexta entrega de una saga de terror sin apretarle un poco las tuercas al villano y eso es por lo que han apostado en esta ocasión. "Tenía que tener un nivel de intensidad y realismo que creo que siempre ha sido parte de las películas de Scream, pero amplificado. Estábamos en un nuevo escenario y teníamos que subir las apuestas. Ghostface tenía que ser más brutal y sin descanso", cuenta Tyler Gillett en una entrevista con SensaCine.

'Scream VI' es más sangrienta, aterradora, con significado y divertida que las anteriores películas. Todos amamos la saga, pero estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido en ésta.

Después de la masacre ocurrida en la anterior película, Sam, Tara, Mindy y Chad intentan llevar una vida lo más normal posible. Por ello, deciden escapar de Woodsboro y mudarse a Nueva York, una ciudad más grande, libre y -aparentemente- más segura. Sin embargo, es difícil escapar de los propios miedos y empiezan a ver al famoso asesino de la máscara de fantasma por todas partes. El grupo de amigos no está dispuesto a rendirse y se preparan para acabar con él.

"Es bonito profundizar tanto en una película de Scream. Cómo estas personas lidian con el trauma, algo de lo que no se ha hablado en profundidad en la franquicia. Por ejemplo, te encuentras con Sam en terapia al comienzo de la película. Y es como: ¿por qué no hemos visto a estos personajes en terapia antes? Todos deberían ir a terapia", cuenta Melissa Barrera, quien da vida a Sam en la cinta.

Gillett y Bettinelli-Opin no solo han utilizado Nueva York para añadir un poco de aire fresco, también les ha servido para plantear un escenario más realista. "Creo que la dinámica realmente hace que el público pueda conectar mejor con el guion y eso lo hace aún más aterrador", asegura Jenna Ortega.

Romper las reglas para que la saga siga viva

Dermot Mulroney, que se incorpora a la franquicia para interpretar al detective Bailey, cree que nadie más que ellos podrían haber dirigido esta secuela. "Se conocen muy bien las películas de Scream y cómo hacer lo que quieren. El modo en que editan, la música y todo está perfectamente calculado y cronometrado para tener la reacción", cuenta Mulroney.

Tienen una película sobre diseñar las reglas para hacer películas de terror, las colocan y luego rompen algunas

Decirlo es más fácil que hacerlo. Frente a los directores había una franquicia que comenzó en 1996 y que dejó huella en el género de terror. Sus iconos marcaron a las generaciones que vendrían después -¿cuántas veces se ha parodiado la muerte de Drew Barrymore en la primera entrega?-, por lo que llegar 30 años después para transformar esas reglas es un movimiento arriesgado que podría haber salido mal.

"Da un poco de miedo pertenecer a algo que es tan famoso en todo el mundo. Es un honor y creo que todos deseamos con todo nuestro corazón hacer justicia a los fans y que estén contentos. Esto significa mucho para mucha gente", asegura Jasmin Savoy Brown.